La economía mexicana caerá 6.5% en 2020, prevé la CEPAL

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que el Producto Interno Bruto de México caerá a -6.5%, como resultado de los efectos económicos de la pandemia del coronavirus.

La CEPAL explicó que esto se debe a que México -junto con Brasil- es una de las dos economías latinoamericanas donde la interrupción de las cadenas de valor impactará con mayor intensidad, dado que sus sectores manufactureros son los mayores de la región.

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, presentó este martes, 21 de abril, el Informe especial COVID-19 N⁰ 2, titulado «Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar en la reactivación», sobre el seguimiento de los efectos económicos y sociales de la actual crisis derivada del impacto del coronavirus en la región, y dio a conocer también las nuevas proyecciones de crecimiento para cada uno de los países miembros de la Comisión.

Según las últimas estimacionesde la CEPAL, se prevé una contracción económica promedio de -5.3% para 2020 en América Latina y el Caribe, que «será la peor en toda su historia».

Pero la pandemia del coronavirus no es sino el catalizador de una crisis que ya venía de años atrás: la CEPAL refiere que desde antes de la pandemia, América Latina y el Caribe ya acumulaba casi siete años de bajo crecimiento, con un promedio de 0.4% entre 2014 y 2019.

«Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”, declaró Alicia Bárcena en su presentación.

En el detalle de sus proyecciones, la CEPAL señala que el valor de las exportaciones de la región caería cerca de 15%. Los mayores impactos se darían en los países de América del Sur, que se especializan en la exportación de bienes primarios y, por lo tanto, son más vulnerables a la disminución de sus precios. Por su parte, el valor de las exportaciones de Centroamérica, el Caribe y México sufrirá el impacto de la desaceleración de la economía de Estados Unidos. México además se verá golpeado por la caída del precio del petróleo.

Las proyecciones también anticipan un importante deterioro de los indicadores laborales en 2020. La tasa de desempleo se ubicaría en torno a 11.5%, un aumento de 3.4 puntos porcentuales respecto al nivel de 2019 (8.1%). De esta forma, el número de desempleados de la región llegaría a 37.7 millones.

Por otro lado, la caída de -5.3% del PIB y el aumento del desempleo tendrían un efecto negativo directo sobre los ingresos de los hogares y su posibilidad de contar con recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas. En ese contexto, la tasa de pobreza en la región aumentaría en 4.4 puntos porcentuales durante 2020 al pasar de 30,3% a 34,7%, lo que significa un incremento de 29 millones de personas en situación de pobreza. Por su parte, la pobreza extrema crecería en 2.5 puntos porcentuales pasando de 11.0% a 13.5%, lo que representa un incremento de 16 millones de personas.

La crisis productiva traerá cambios que persistirán más allá de la pandemia sanitaria, explica el reporte de la CEPAL. Se necesitará mayor resiliencia en las redes de producción diversificando proveedores en términos de países y empresas, privilegiando ubicaciones más cercanas a los mercados finales de consumo (nearshoring) y relocalizando procesos productivos y tecnológicos estratégicos (reshoring). Las empresas ya están adecuando su funcionamiento interno a las medidas de distanciamiento social, acelerando la tendencia a la automatización y digitalización, y se aprecia una agudización en la fragilidad del multilateralismo. La CEPAL agrega que no se revertirá la globalización, pero sí habrá una economía mundial más regionalizada en torno a tres polos: Europa, América del Norte y Asia oriental.

“Hay que prepararse para el mundo post COVID-19. Debemos pensar el futuro de la región en la nueva geografía económica ante la elevada dependencia de manufacturas importadas”, indicó Bárcena. “Se requieren políticas industriales que permitan a la región fortalecer sus capacidades productivas y generar nuevas capacidades en sectores estratégicos”, agregó.

“Para incidir en la nueva economía mundial, la región debe avanzar hacia una mayor integración regional tanto en lo productivo, comercial y tecnológico. La coordinación de nuestros países en materia macroeconómica y productiva es crucial para negociar las condiciones de la nueva normalidad, particularmente en una dimensión urgente en la actual crisis y en el mediano plazo: la del financiamiento para un nuevo estilo de desarrollo con igualdad y sostenibilidad ambiental”, concluyó la máxima autoridad de la CEPAL.
…….
@NuevaVisionInfo
redaccion@diarionuevavision.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *