Candidatos no tomaron en cuenta la agenda ciudadana

El ganador de la elección presidencial se enfrentará a un sistema federal dislocado y estructuras fundamentales del gobierno pendientes de reformarse, anticipó Edna Jaime, directora general de México Evalúa, durante la mesa de análisis “¿Van a #GobernarEnSerio? Balance de las campañas 2018” convocada por la organización este martes.

Por su parte, el investigador, escritor y periodista Leonardo Curzio consideró que, de confirmarse los resultados que dibujan las encuestas, se cerraría el ciclo de la transición democrática mexicana, pues llegaría al poder el sector de la clase política que hasta ahora se sentía excluido del juego democrático.

“Entraremos en una etapa nueva, donde no hay mapa natural y las decisiones serán más políticas que económicas”, estimó a su vez Luis Rubio, presidente de México Evalúa.

Frente a la reconformación de las fuerzas políticas que se puede prever como resultado de este proceso electoral, quedan como incógnitas el cómo funcionarán las oposiciones y qué instituciones jugarán el papel de contrapesos al poder, señaló Daniel Moreno, director de Animal Político. “Ahí es donde las organizaciones de la sociedad civil tendrán que cumplir un papel fundamental para el monitoreo de la acción gubernamental”, apuntó.

Interrogados sobre el papel de las campañas electorales, los panelistas coincidieron en que éstas sí hicieron una diferencia, al consolidar a un candidato y a una narrativa de rechazo a las élites en el gobierno, pero sin que, desafortunadamente, se dieran los espacios para plantear temas profundos en torno a las necesidades más apremiantes para la ciudadanía. “Hay frases, pero no hay claridad, y esto va a empañar lo que siga después del lunes y del 1º de diciembre”, consideró Luis Rubio.

El presidente de México Evalúa enfatizó que, a pesar de que muchas cosas han cambiado desde las reformas políticas de 1996, el régimen político se mantiene intacto. En ese sentido, acotó, “seguimos teniendo un fenómeno de clientelismo mucho más que de ciudadanía, en particular en algunas regiones del país”.

Por su parte, Leonardo Curzio destacó que éstas fueron unas campañas donde la ciudadanía sí se interesó en el proceso, y anticipó que podríamos tener una participación récord el día de la votación.

Sin embargo, “como electores no fuimos capaces de penalizar a los candidatos que en los debates fallaron en responder sobre temas específicos”, señaló Daniel Moreno, quien anotó que estos encuentros entre candidatos no movieron las encuestas de forma significativa. Cuestionó también que, como electores, “no les hemos pasado (a los candidatos) el costo político ni de la mentira, ni de la trayectoria o la contradicción”.

En particular, en cuanto a la corrupción, Edna Jaime apuntó que, aunque fue el gran tema de las campañas, estuvo presente como motivo de ataque entre candidatos, y no como un problema de política pública que amerita respuestas técnicas. Lamentó también que no se abordara el fortalecimiento del Sistema Nacional Anticorrupción o de las reformas que están en fase de implementación. “Ninguno de los candidatos habló con vehemencia de esta agenda de rendición de cuentas. Nadie abrazó con convicción la agenda que han impulsado los ciudadanos“, expresó.

Mencionó en particular las propuestas presentadas el pasado mes de abril por México Evalúa en el libro Léase si quiere gobernar (en serio), mismo que analiza 10 problemas públicos que los investigadores de esta organización consideran prioritarios. “El libro debería servir después del 2 de julio”, apuntó Leonardo Curzio. “Hay un diagnóstico claro, y hoy podemos decir que los grandes problemas nacionales están diagnosticados a plenitud”.

Sobre la violencia y la inseguridad, los analistas concluyeron que el tema no se abordó con la seriedad necesaria desde las campañas. Así, de acuerdo con la directora de México Evalúa, el problema más grave del país quedó relegado a un falso debate: aceptación o rechazo a la figura de la amnistía. Agregó que se dejaron de lado temas como la construcción de policías efectivas, el fortalecimiento de las instituciones locales y la atención al sistema penitenciario, entre muchos otros. “Tuvo más reflector el aeropuerto que la violencia, que ha alcanzado niveles históricos”, enfatizó.

Mención especial mereció el problema de la violencia electoral, sobre el cual Edna Jaime subrayó la gravedad de que la autoridad no se haya hecho presente, pero tampoco así la ciudadanía, a pesar de los más de 100 candidatos y funcionarios públicos asesinados en este periodo electoral. Consideró preocupante la posibilidad de que como sociedad estemos “anestesiados”, reduciendo así la exigencia frente a la autoridad. A su vez, Daniel Moreno se dijo sorprendido que los mismos candidatos no hayan considerado oportuno suspender sus campañas ni un día en muestra de luto por el asesinato de sus compañeros de partido ni para exigir justicia.

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