El gobierno de AMLO nos está «calando» como sociedad

Medir la resistencia social es de algún modo una especie de laboratorio político, y todo nos indica que los acontecimientos ocurridos en varias instituciones, al igual que en los estados de Tabasco y Baja California, tienen ese propósito por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para irle midiendo la temperatura a la sociedad mexicana y saber hasta dónde puede, sin comprometer la paz social, irle apretando las tuercas y las válvulas a esto que llamamos nuestra República.

¿Se puede atropellar la constitución y ajustarla al modo de AMLO ? Ésa es la cuestión. Y en nuestro querido México lamentablemente todo es factible, ya que sólo unos cuantos detectan los hilos y sus intenciones de origen.

Un país se forma con leyes que se deben acatar para así encaminarse al progreso en el uso de las libertades que como ciudadanos tenemos el derecho a ejercer; pero, si una gran mayoría no objeta ni repele la impunidad a las violaciones que se manejan desde el poder, caemos en el mismo punto de siempre, sólo que con distinto criterio de quien ahora ejerce el manejo del gobierno.

Tristemente, los hechos nos llevan a observar que la autollamada «Cuarta Transformación»  está dirigida a dar un giro de 360 grados para terminar en el mismo punto, pero ahora con una visión distinta: la de un solo hombre, Andres Manuel López Obrador, quien experimenta día a día hasta dónde puede ir desmembrando parte de lo que nos da el carácter de nación: nuestras instituciones y nuestra Constitución.

Se equivocan quienes suponen que se trata de «ocurrencias» desbocadas de nuestro presidente, no lo son; él da pasos muy precisos y bien dirigidos hacia sus objetivos políticos; y, además, esconde «la mano que mece la cuna», que no es otra sino la suya.
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Francisco Guzmán