La construcción del infierno
El mundo está de cabeza porque los seres humanos estamos perdiendo el sentido común, que es uno de los elementos más importantes que hacen posible la convivencia humana. Si queremos que la paz, la armonía y las oportunidades de desarrollo regresen a nuestras sociedades, debemos recuperar la cordura.
Con su libro “La construcción del infierno”, Francisco Prieto Echaso intenta alertarnos sobre la construcción del infierno en la Tierra, por qué los seres humanos –sin saberlo– lo están edificando y de qué manera lo están haciendo.
Y es que el sentido común es el conjunto de conocimientos, creencias y explicaciones, fundamentados en la experiencia personal o la sabiduría popular, que son compartidos por una comunidad (familia, pueblo, nación), y que son tenidos como prudentes, sensatos, lógicos y válidos. Es por eso que, si se pierde el sentido común, se pierde el equilibrio social.
El autor observa que, desde de la década de los 90 del siglo XX, el ser humano ha venido perdiendo el sentido común, debido a que vive como si nunca fuera a morir, alejándose así de la idea de Dios, su Creador, que le dio una naturaleza humana con sus leyes y prohibiciones.
Para los hombres y mujeres de hoy, Dios ha muerto o está en proceso de extinción, consideran que los valores son relativos y, por lo mismo, son incapaces de dar la vida por una creencia.
El hombre y la mujer de hoy exigen el derecho a todos los goces, no aceptan límites, lo quieren todo; y, en cambio, rechazan el deber, la abnegación y el sacrificio.
El autor hace notar que extraviar el sentido común lleva a la persona al aislamiento, por lo que invita a recuperar la noción de la muerte, la idea de Dios y a interiorizar sus leyes, pues, en la medida en que lo hagamos, tendremos una conciencia moral centrada en el encuentro con “el otro” y con “los otros”.
De no hacerlo, o incluso alejarnos aún más de los preceptos de Dios, estaremos contribuyendo a dividir más a la sociedad, a profundizar el relativismo moral que dificultará aún más el encuentro con “el otro” y con “los otros”, y a convertir el mundo en un campo de batalla.
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Prieto, F. (2016). La construcción del infierno. Ciudad de México, México: Asociación Mexicana de Promoción y Cultura Social, A.C.
Me gustó su artículo: Hemos perdido el sentido común.
Así es, estimado David Alberto. Para recuperarlo, creo que debemos redescubrir nuestra naturaleza humana, y no «jugar» con ella.