Preocupante, que temas fundamentales de política exterior estén fuera del radar de los candidatos

Los grandes desafíos de la agenda internacional no fueron abordados con suficiente nivel en el segundo debate presidencial, concidieron este lunes expertos en la materia durante la conferencia de prensa “¿Qué nos deja el segundo debate presidencial?” a la que convocaron en conjunto las organizaciones COMEXI y México Evalúa.

En el evento participaron Luis Rubio, presidente de Comexi y México Evalúa; Susana Chacón, vicepresidenta de Comexi; José Carreño Carlón, escritor y periodista, y Leonardo Curzio, investigador, escritor y periodista en diversos medios de comunicación. El evento fue moderado por Edna Jaime, directora general de México Evalúa.

Los especialistas subrayaron que durante el debate sostenido ayer en la ciudad de Tijuana se abordaron temas domésticos con impacto internacional, mientras que no se ahondó en una verdadera agenda de política exterior. En este sentido, quedaron fuera algunos de los retos más apremiantes que no fueron mencionados ni por los candidatos ni por los moderadores, entre ellos: la Alianza del Pacífico, posturas frente la situación política en Venezuela, Grupo de Lima, rol de China, cambio climático, agua, y educación.

Específicamente en lo que corresponde a la relación con Estados Unidos, hubo esbozos de algunas ideas por parte de los aspirantes a la Presidencia, pero pocas propuestas concretas. Los analistas observaron que la mayor parte de los intercambios sobre este tema giraron en torno a la figura del presidente estadounidense, Donald Trump. En ese sentido, Luis Rubio aseguró que más allá de la relación entre jefes de Estado, “necesitamos trabajar en una relación de sociedad a sociedad con Estados Unidos”.

Por su parte, la vicepresidenta de COMEXI, Susana Chacón, afirmó que “Estados Unidos no es Trump”; por el contrario, puntualizó que existen muchos aliados posibles entre congresistas, empresarios, gobernadores y académicos.  “Nos hemos equivocado en el manejo de la comunidad de mexicanos en Estados Unidos. Tenemos que empezar por entender lo que quieren”, agregó.

En tanto, el escritor José Carreño Figueras consideró necesaria una concepción estratégica para replantear nuestra relación con la Unión Americana, sea por defensa o por amistad. “Nuestros aspirantes presidenciales no parecen tener una idea real de cómo funciona el gobierno de los Estados Unidos. Todos están planteando la relación a partir de lo que queremos hacer, sin considerar lo que se está haciendo de aquel lado”, sentenció.

Con respecto a los migrantes de origen mexicano residiendo en Estados Unidos, Luis Rubio comentó que más del 50% de la población económicamente activa de cuatro estados de la república se encuentra en Estados Unidos, por lo que dicha comunidad no puede ser ignorada internamente. “El tema más ríspido de la relación entre Estados Unidos y México es la migración. Es lo que provocó que Trump nos pueda usar como chivo expiatorio”, arguyó el también académico.

En particular, los especialistas consideraron que no se han planteado suficientes propuestas de los candidatos orientadas a fortalecer y mejorar la imagen de México en el exterior.

En su participación, Leonardo Curzio destacó que se pueden destacar puntos positivos del día de ayer. “Por el lado positivo, independientemente de la ligereza con la que se trataron algunos temas, parece haber coincidencia en la forma en que México se debe insertar en el mundo.” Sin embargo, el periodista señaló que los desafíos globales como el cambio climático o el tráfico de armas no parecen inquietar a los aspirantes. “Hay poca elaboración teórica e ideológica en sus planteamientos […] Es claro que el tema de política exterior no les apasiona a los candidatos”, comentó.

También, Luis Rubio subrayó que “para ser exitosos en el exterior, en México tenemos que resolver problemas internos: necesitamos empezar por fortalecer nuestras instituciones y atender la crisis de violencia”.

Finalmente, los especialistas coincidieron en que difícilmente existirán factores externos al país que pudieran tener un efecto sobre las elecciones del 1 de julio. Por último, los candidatos realizaron un ejercicio donde imaginaron cómo se desarrollaría una relación entre el candidato que resulte electo en México y el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Los candidatos a la presidencia no acusan recepción de algo fundamental: Trump no desprecia a Enrique Peña Nieto ni a Luis Videgaray; desprecia a México. Los problemas que tiene Peña, los tendrá también el próximo gobierno”, aseveró Curzio.

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