Puntos vitales para ser felices

Nosotros somos directamente responsables de nuestra vida y en gran parte de todo aquello que nos rodea: la familia, el grupo, la organización en la que trabajamos, el país y la humanidad entera. Ninguno de nuestros actos es un hecho aislado, lo que hacemos nos modifica y tiene repercusiones en los demás.

Por este motivo, es imperativo que nos preguntemos: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?. ¿cuál es mi fin?, ¿dónde me encuentro ahora?, ¿hacia dónde quiero ir?, ¿qué debo hacer para alcanzar mi meta? En definitiva, lo que buscamos todos es la felicidad. Todo lo hacemos si motivados por el deseo de ser felices.

Son innumerables las personas que lo saben y pocos lo que trabajan objetiva y certeramente para alcanzarla. Es más, debemos estar relativamente felices, si nuestro camino vital es el correcto, porque la felicidad completa la encontraremos cuando gocemos enteramente de Dios.

Aquí, en la vida actual, se trata de diseñar y llevar a la práctica un plan de vida que nos marque el camino para una administración estratégica de nuestra vida personal, en los siguientes aspectos: espiritual, familiar, profesional, social y económico.

La riqueza, la fama y el poder son sólo herramientas que pueden ayudar o perjudicar a nuestro propósito vital que es alcanzar la felicidad.

Todo lo que se necesita es enfocar el futuro con una visión clara de lo que se quiere lograr, seguido de una misión que dignifique lo que pretendemos. Indudablemente la visión y la misión –que son indesligables–, están incluidas dentro de la vocación, ése llamado que nos hace Dios para que vayamos por determinado carril, cumpliendo nuestra misión en esta vida.

Sin compararnos con nadie, pues somos únicos e irrepetibles, hemos de trabajar en el conocimiento de uno mismo, y conociéndonos a nosotros, conoceremos a los demás en cuanto a sus capacidades y aptitudes.

Este artículo trata de comentar unas cuántas ideas que nos lleven a responder a nuestra misión, con responsabilidad personal.

Elementos vitales para el desarrollo personal

Virtudes:

* Sinceridad con uno mismo, con Dios y con los demás.

* Fe, una fe anclada en la realidad, pero una fe gigante para lograr cosas grandes.

* Optimismo, cuyo primer acto consiste en enfrentarse a la realidad, pero con la confianza de que lo lograremos a base de constancia.

* Alegría, pues sin ella no podemos hacer nada. Una persona triste es una triste persona. La alegría habla de plenitud, de generosidad, de la capacidad de darse a los demás.

* Esperanza, es decir, la certeza de que lograremos alcanzar aquello que nos proponemos.

* Amor, querer el bien de los demás en los hechos, con obras.

Habilidades:

* Actitud mental positiva, decir “sí” a la vida y a todo lo negativo cortarle su fuente de abastecimiento.

* Creatividad, abrirse a todas las posibilidades que impliquen una mejoría.

* Entusiasmo, emprender acciones con energía, atención, intensidad y concentración.

* Buena administración del tiempo, cuidar el presente, sabiendo que lo que hacemos hoy, será lo que tendremos en el futuro. “Haz lo que debes, y permanece en lo que haces”, es la clave.

Método:

* Utilizar el conocido Ciclo de Calidad: planear, hacer, verificar y ajustar, con el amor como motivación constante.

* Clarificar el objetivo.

* Describir la situación actual.

* Concretar la viabilidad de las diferentes alternativas de mejora.

* Ejecutar la acción.

* Verificar si el avance va de acuerdo con lo planeado.

* Corregir las desviaciones.

* Formar un hábito de la acción exitosa.
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Gabriel Martínez Navarrete

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