El Pastor del poder

Hace ya algunas semanas que se encuentra a la venta el libro “NORBERTO RIVERA. EL PASTOR DEL PODER”, integrado por los trabajos de nueve autores, coordinados por Bernardo Barranco.

Hemos leído la obra y vemos cómo, tomando al Cardenal Primado como pretexto, lo que en realidad se pretende es lanzar ataques calumniosos contra la Iglesia Católica.

Fundamentamos esta afirmación citando lo que el mismo Bernardo Barranco afirma en la página 16: “… el libro es una sólida imputación a una aventura fallida de la Iglesia católica de Juan Pablo II en México posconciliar, que apostó por la regresión y la disciplina”.

Dentro de lo mismo, no dejan de falsear los hechos históricos al decir que fueron los obispos quienes provocaron la “guerra cristera”.

Cualquier historiador que se respete, sabe muy bien que quien provocó dicho conflicto fue Plutarco Elías Calles con sus leyes persecutorias y quien, lleno de prepotencia, les dijo a los eclesiásticos que estaban presentes: “Solamente tienen dos caminos: el Congreso o las armas y para los dos estoy preparado”.

¿Ignoran esto los autores del libro o falsean lo ocurrido con toda intención?

En cualquiera de las dos hipótesis, es mala la disyuntiva y, sea por ignorancia o por mala fe, el caso es que empezamos a dudar de la veracidad de cuanto afirman en la obra.

Algunas de las acusaciones en contra de don Norberto, en realidad son tiros en contra de la Iglesia. Veamos:

PRIMERO: Al atacar a quienes se oponen al aborto, dicen que el Cardenal lesiona los derechos de las mujeres.

Y qué diremos del niño que está por nacer… ¿Acaso no se están lesionando sus derechos con el aborto?

Muchos de los bebés sacrificados son del sexo femenino… ¿Acaso no se están lesionando los derechos de estas niñas a las que se les impide nacer?

SEGUNDO: Atacan al Cardenal y también a la Iglesia porque le niegan la comunión a los divorciados vueltos a casar.

Esta no es solamente doctrina del Cardenal y de la Iglesia. Es doctrina del mismo Cristo. Les recomendamos lo que al respecto dicen tanto el Catecismo como los Evangelios.

TERCERO: Atacan al Cardenal y también a la Iglesia porque se oponen a los anticonceptivos.

Aquí el Cardenal lo que hace es aplicar la doctrina tradicional de la Iglesia, contenida en la “Humanae Vitae”, cuyo autor es un Papa que ellos manipulan como si fuera un progresista: el beato Pablo VI.

CUARTO: Acusan a la Iglesia de rehuir la transparencia.

Por seguridad, la Iglesia no está obligada a hacer públicas sus cuentas. ¿Acaso deseamos que haya secuestros de obispos?

Las diócesis solamente están obligadas a presentar cuentas ante el Nuncio y ante la Conferencia Episcopal Mexicana.

QUINTO: Afirman que el Cardenal don Norberto Rivera es el personaje más encumbrado de la Iglesia en México.

Falso: El Cardenal Primado, así como cualquier obispo, solamente tiene jurisdicción en su diócesis. Depende del Nuncio.

Al afirmar lo anterior, demuestran una crasa ignorancia del Derecho Canónico, lo cual nos hace pensar que no están muy documentados que digamos.

Quien representa a la Iglesia en México -y quizás sea el personaje eclesiástico más encumbrado- es el presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, en este caso, el Cardenal don José Francisco Robles Ortega.

SEXTO: “Rivera poco se preocupó por los pobres, poco se intranquilizó por la caída de fieles” (Página 17).

¿Pueden probarlo? No deben olvidar cómo, dentro del sistema jurídico, existe un principio fundamental: Quien afirma, debe probar.

Eso no quiere decir que no haya pobres ni caída de fieles. Un problema preocupante en toda la Iglesia. Pero de ahí a decir que el Cardenal “poco se preocupó” y que “poco se intranquilizó” existe un abismo.

Dentro de lo mismo, es prudente recordar cómo, desde la arquidiócesis primada, se sostiene un seminario donde se forman los futuros sacerdotes que habrán de atender a los mexicanos residentes en Estados Unidos.

SEPTIMO: Lo acusan de que, por haber dicho que las acusaciones en contra del Padre Marcial Maciel eran calumnias, estaba encubriendo a un pederasta.

En aquellos momentos, don Norberto, al igual que la inmensa mayoría, ignoraba la verdad de los hechos. Aún no se había probado la culpabilidad del fundador de los Legionarios, motivo por el cual, en estricta justicia, había que aplicar un principio básico dentro del Derecho Procesal Penal: “In dubio pro reo”.

OCTAVO: Lo atacan porque condena la estructura social que obliga a las mujeres a trabajar.

Aquí hay que aclarar que lo que en realidad pide el arzobispo primado es un sistema más justo en el que exista un salario familiar y que las madres de familia, más que empleadas expuestas a vejaciones, sean auténticas Reinas de sus hogares, contando con el tiempo necesario para atender y educar a sus hijos.

De este modo, más que atacar a las mujeres, lo que en realidad hace el Señor Cardenal es protegerlas.

NOVENO: Lo acusan de que se acerca a las élites del poder.

¿Tiene eso algo de malo? ¿Acaso los ricos no son también hijos de Dios? ¿Acaso no necesitan también ser evangelizados y quizás con mayor intensidad que los pobres?

Cristo comía con los publicanos e incluso llegó a hospedarse en casa del corrupto Zaqueo, quien reaccionó convirtiéndose y reparando todo el mal que había hecho.

Gracias a su amistad con gente poderosa económicamente, el Cardenal Primado logró sacar adelante muchos de sus proyectos, entre ellos el de la Plaza Mariana.

DECIMO: Le acusan de que afirma, sin dar nombres y apellidos, de que lo atacan enemigos poderosos e invisibles.

No todo lo que es verdad se puede probar, como pudieran serlo las torturas que sufren algunos detenidos para arrancarles una confesión. Consciente de ello, el Señor Cardenal rehúsa lanzar su acusación contra personas e instituciones concretas… ¿Acaso pretenden ponerle una trampa para acusarlo de calumniador?

No obstante, no todo es malo en este libro. Citamos lo que dice Mónica Uribe, una de las autoras:

En conclusión, todo lo aseverado acerca de los negocios del cardenal Rivera tiene algún fundamento, pero su participación no puede comprobarse… ¿Es posible afirmar que el cardenal Rivera cuenta con una fortuna personal cuantiosa? No lo sabemos de cierto; lo que sí se puede establecer es que cuenta con un grupo de amigos, probablemente sus bienhechores personales, que seguramente se harán cargo de algunos de sus gastos. Acreditar las sospechas sobre un enriquecimiento personal del cardenal Rivera supone el acceso a las pruebas documentales” (Página 154).

Calumniad, que algo queda”, decía Voltaire en el siglo XVIII.

Afortunadamente, allá en Roma cuentan con una valiosa información digna de fe que permite distinguir claramente la verdad de la mentira. Y prueba de ello es que el Papa Francisco decidió nombrar al Cardenal don Norberto, por cinco años, miembro de la Comisión de Economía.

Si hubiera que resumir en tres puntos el mencionado libro, diríamos lo siguiente:

1) Fue escrito para molestar al Cardenal don Norberto Rivera Carrera.

2) Fue escrito para atacar a la Iglesia Católica.

3) Fue escrito para forzar el retiro anticipado del Señor Cardenal y, al mismo tiempo, ver si es posible lograr que, como nuevo arzobispo de México, el Papa nombre un obispo que pudiera ser favorable a las tendencias ideológicas de los autores de una obra que, más que un serio trabajo de investigación, es un simple libelo infamatorio.

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